Todo ser humano
tiene simbólicamente un espacio aéreo que no se debe invadir por los otros, es
el espacio personal.
Si dos personas
conversan deben mantener un espacio aproximadamente de unos 60 a 70 cm como mínimo, que
cambia según los países, no es lo mismo en los latinos que en los anglosajones.
Tal vez para un
americano el acercamiento de un latino sea algo intimidante y dé un paso atrás.
Y si comparamos la
distancia al conversar que deja un latino y un árabe notaremos que este último dejará menos
espacio.
Es un problema cultural.
Hay personas que al
hablar tocan constantemente al otro, se pegan, se ponen pesados y a muchos les
desagrada.
Podemos ver cuando
dos personas discuten y una de ellas se aproxima demasiado, como diciendo te
invadí, es un gesto agresivo, también tenemos que tener en cuenta que no es lo
mismo conversar con los íntimos que con extraños.
Los animales también
necesitan de ese espacio privado sino lo perciben como un ataque.
Según estudios se
pudo comprobar que nos acercamos mas a quienes nos agrada y ponemos mas
distancia al conversar con aquellos que nos desagradan o desconfiamos.
Los introvertidos dejarán
mas espacio que los extrovertidos.
En grafología se
tiene en cuenta la separación de palabras y líneas pues unas líneas
correctamente espaciadas es cuando las partes bajas de las letras como la
g,j,p,z, no chocan con palabras de las líneas siguientes o bien las partes
altas de letras como la l, t,b, no interfieren en las líneas anteriores, aquí hay
un adecuado manejo del espacio físico.
Cuando queda poco
espacio libre entre palabras y además se observa que el trazo final de una
palabra casi choca con la siguiente palabra, entonces la persona invade un
terreno que no le corresponde.
Cuando las líneas se
amontonan interfiriendo o cruzándose trazos de una con la otra, es como una necesidad de hablar mucho, ocupar el
tiempo y espacio ajeno.
Si además la letra
es grande, se demuestra en forma efusiva y dominante.
Se debe considerar
una separación de palabras normal cuando
ese espacio vacío mide lo mismo que el ancho de una letra m de ese escrito.
También puede
suceder que dos letras se fusionen, se adosen, entonces estamos ante alguien
dependiente del otro.
La distancia que la
persona elija estará reflejando su necesidad de intimar o no.
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